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PAGANDO UNA DEUDA HISTÓRICA

Vallenato antes del Acordeón PAGANDO UNA DEUDA HISTÓRICA

II Festival Intercultural y Turístico EntreSierras, la oportunidad para reivindicar a los creadores del vallenato, quienes no alcanzaron a conocer el acordeón porque ni siquiera había sido inventado.

Si la fusión triétnica: indígena, afro y blancos, ocurre en los alrededores de 1526 y a la aparición del acordeón en la primera mitad del siglo XIX, cuando el fabricante de pianos y órganos Cyrill Demian, lo presenta en Viena; Si esa mixtura de tres culturas consolida una manifestación musical que los Chimila, especialmente ellos, cultivaban y esparcían con sapiencia y autoridad pionera; no es menos que un irrespeto contra las etnias, ésta en particular, situar el nacimiento del vallenato a partir del acordeón.
Es evidente e incontrovertible que entre la consolidación del Vallenato como manifestación musical ancestral y, por tanto, autóctona, y la invención del acordeón, transcurrieron, por lo menos, tres siglos, como lo ratifica el investigador, quizás sabio de la cultura vallenata, Tomás Darío Gutiérrez Hinojoza, en su libro CULTURA VALLENATA: origen, teoría y pruebas.
Si está claro que el Vallenato es una creación de las etnias indígena y afrodescendiente, especialmente, porque el blanco también hizo su aporte, explicación de la fusión triétnica; es más que un derecho reconocérselo para pagar una deuda histórica que ha comenzado a saldarse a partir del Festival Intercultural y Turístico EntreSierras, que realizó entre finales de abril y mayo pasados, la Cámara de Comercio de Valledupar para el Valle del río Cesar.

Nace Entre Sierras

Entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, desde La Guajira hasta las riberas del río Magdalena, florece una pródiga cultura desde la que emerge el Vallenato y a partir de la idea de rescatar, para las nuevas generaciones de la región y el universo, en general, el derecho de las etnias indígenas y afrodescendiente a la coautoría de esta manifestación musical, surge éste festival.

“El epicentro de este acontecimiento cultural ocurre en los territorios integrados hoy, por los departamentos del Cesar, La Guajira y el Magdalena, conectados indisolublemente por la idiosincrasia y, de manera física, por la Sierra Nevada de Santa Marta, a través de un territorio pródigo en riqueza ambiental, étnica y cultural que el exalcalde de Valledupar Aníbal Martínez Zuleta, definió como el País Vallenato, y que fue conocido durante la conquista y la colonia como ´el gran Valle de Upar´” indica el documento de creación de Festival Intercultural y Turístico EntreSierras, que en su primea versión agregaba, luego desapareció, el lema: Corazón del planeta.


Es un emporio intercultural inspirado en la sabiduría indígena habitado por las etnias: Arhuaco, wiwa, kogui y kankuamo; y fortalecido por culturas como la Yukpa. Entre ambas sierras se extiende el Gran Valle, territorio ancestral de la nación Chimila, una de las más musicales del continente americano.
En reconocimiento al trascendental aporte de estas culturas ancestrales la Cámara de Comercio de Valledupar bajo el liderazgo de José Luis Urón Márquez, con apoyo del periodista, politólogo e investigador cultural Luis Joaquín Mendoza Sierra, desarrollaron la idea del evento que luego sometieron a consideración del gran investigador y escritor Tomás Darío Gutiérrez, quien complementó la iniciativa.
El festival nació con el objetivo de “Crear, organizar y realizar el Festival Intercultural y Turístico ENTRESIERRAS, como plataforma de exhibición, protección, promoción y conservación de las culturas ancestrales asentadas en la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, más la herencia ancestral Chimila yacente aun en toda la extensión del Gran Valle de Upar, un hecho de exuberantes costumbres, danzas, música, vestuarios, artesanías y gastronomía; así como los afrodescendientes que aportaron la clásica percusión africana más los bailes cantaos, y del mismo impulsar eco y etnoturismo sustentados en los atractivos turísticos de los dos ecosistemas, la riqueza cultural indígena y afro..”.
Se institucionaliza EntreSierras
El éxito de la primera versión realizada entre finales de abril y comienzo de mayo pasados, simultáneamente con el Festival de la Leyenda Vallenata, bajo el amparo de la feria Expofestival, indicó el camino al presidente ejecutivo de la entidad José Luis Urón Márquez, quien recomendó analizar la posibilidad de realizar una segunda versión, pero independiente y, al tiempo, avanzar en un proceso de institucionalizar este certamen.

Las reflexiones alrededor de la iniciativa empezaron mover la idea de convertirlo en un festival independiente y con vida propia. Al mismo tiempo, superar la etapa de solo muestras culturales para convertir varias de las actividades en concursos.
Se propuso entonces la realización de concursos de música auténtica: Gaitas, tambores, maracas; incluir decimeros, dulzainas y guitarras; danzas y bailes “cantaos” pero manteniendo las muestras turísticas, gastronómicas y de medicina tradicional, entre otras.
Mantiene, igualmente, la realización de foros, conversatorios, tertulias y páneles relacionados con la cultura Vallenata con énfasis en el Vallenato antes del acordeón, actividades académicas que complementan el certamen para contribuir a la investigación y a la producción de documentos que enriquezcan esta manifestación folclórica.
La idea ha comenzado a tomar forma y ya se ha determinado, luego de varios encuentros de organizadores, expertos y directivos de la entidad, promover el desarrollo de una segunda versión del certamen, en diciembre del presente año.

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Luis Joaquín Mendoza Sierra

De esencia campesina, hijo de la calle, como llamaron, por siempre, a los paridos fuera del matrimonio, nacido en el corregimiento de La Peña (La Guajira), creció realizando tareas rurales en calidad de sirviente, hasta que soñando trascender, fundado en su gran tenacidad, se trasladó a Valledupar, y al ganar unos pesos desempeñándose como maletero y, más tarde, lustrabotas en el aeropuerto Alfonso López, de esa ciudad, se lanza a la conquista del universo que soñaba convirtiéndose en comunicador social-periodista, en la Universidad Autónoma del Caribe.

Luego de un recorrido feraz a través de medios de comunicación de Valledupar, escala hacia Bogotá en donde labora como periodista de RCN radio orientado por el maestro Juan Gossaín, y al tiempo, por las noches y los fines de semana estudia, inicialmente, la maestría en ciencias políticas y, luego, la especialización en integración económica internacional en la Pontificia Universidad Javeriana.

La experiencia y los estudios lo convierten en estratega de campañas políticas exitosas, a través de un marketing innovador y, finalmente se encamina por la competitividad a partir de la que lidera la formulación de planes y agendas de productividad y competitividad, de los departamentos del Cesar y La Guajira.

Luis Joaquín, un ser humano que transpira humildad y generosidad, ha escrito varios libros, entre ellos la biografía novelada de Diomedes Díaz, Un Muchacho Llamada Diomedes que, con la muerte del cantautor de fama internacional, desarrolla una versión aumentada llamada El Silencio del Coloso. Es, así mismo, músico y compositor por afición y estudioso de la competitividad territorial en la que se desempeña como consultor regional.