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NOBEL DEL VALLENATO SIN FRONTERAS

Por primera vez la Fundación Música sin Fronteras que coordina el mecenas de la cultura vallenata Ricardo Gutiérrez, hizo entrega del reconocimiento Nobel del Vallenato creado para exaltar artistas y gestores culturales destacados que en esta ocasión recibieron Israel Romero, destacadísimo acordeonero y el empresario Ramón Dávila, gerente de Gases del Caribe.

Una ceremonia realizada en el club Valledupar, en la que, previamente se desarrollaron un concierto y recitales de compositores con varios reyes vallenato y compositores de la categoría de Roberto Calderón, Fernando Meneses, Beto Murgas y Fernando Dangond, entre otros, sirvieron de marco para la gran ceremonia en la que la dinastía Romero, encabezada por el Pollo Irra, emocionó al público asistente.

El Nobel del vallenato recuerda que hace 41 años el inmortal Gabriel García Márquez, recibió el premio Nobel de Literatura, y el vallenato, en esa ocasión fue protagonista destacado a través de una extraordinaria delegación que acompañó a Gabo, misma época en la que el maestro Rafael Escalona, compuso un merengue con ese título para homenajear al escritor que había inspirado parte de su obra en la música vallenata.


En la gala del Nobel del Vallenato desarrollada en Valledupar, la Fundación Música sin Fronteras, presentó en sociedad los reconocimientos que serán entregados, anualmente, a figuras destacadas de esta expresión musical y a gestores de la cultura vallenata cuyos aportes hayan contribuidos a la consolidación del arte relacionado con el vallenato.


EL POLLO IRRA Y MONCHE DÁVILA
Los dos homenajeados tienen, más que merecidos, los reconocimientos que recibieron en una noche inolvidable. Isarael Romero es una leyenda viva de la música vallenata de estilo y escuela convertidos en un legado perenne de incalculable valor artístico que enriquece el escenario cultural-musical del universo y de la cultura vallenata.


Es fundador del Binomio de Oro, reconocida organización musical que fundara al lado del fallecido cantautor Rafael Orozco, e integrante una prolífica dinastía heredada de sus abuelos y padres y multiplicada de manera sorprendente por sus hermanos: Rafael, Norberto, Misael, Limedes, el poeta inmarcesible Rosendo, su sobrino Morre Romero, y de la última generación su hijo Israel David.
Entre tanto, Ramón Monche Dávila, es un reconocido líder empresarial de la región Caribe, quien ejerce la Gerencia General de Gases del Caribe S.A ESP, desde 1985, quien ha sido clave en la expansión de esa empresa y del servicio de gas natural a través de un modelo de atención que valora de manera extraordinario a los usuarios.


Pero si Monche tiene todos los méritos como administrador, no es menos cierto que junto a exaltarlo y colocarlo como paradigma de ejecutivo eficaz y ser humano excepcional, desconozca su excepcional condición de gestor y padrino de la cultura regional.

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Luis Joaquín Mendoza Sierra

De esencia campesina, hijo de la calle, como llamaron, por siempre, a los paridos fuera del matrimonio, nacido en el corregimiento de La Peña (La Guajira), creció realizando tareas rurales en calidad de sirviente, hasta que soñando trascender, fundado en su gran tenacidad, se trasladó a Valledupar, y al ganar unos pesos desempeñándose como maletero y, más tarde, lustrabotas en el aeropuerto Alfonso López, de esa ciudad, se lanza a la conquista del universo que soñaba convirtiéndose en comunicador social-periodista, en la Universidad Autónoma del Caribe.

Luego de un recorrido feraz a través de medios de comunicación de Valledupar, escala hacia Bogotá en donde labora como periodista de RCN radio orientado por el maestro Juan Gossaín, y al tiempo, por las noches y los fines de semana estudia, inicialmente, la maestría en ciencias políticas y, luego, la especialización en integración económica internacional en la Pontificia Universidad Javeriana.

La experiencia y los estudios lo convierten en estratega de campañas políticas exitosas, a través de un marketing innovador y, finalmente se encamina por la competitividad a partir de la que lidera la formulación de planes y agendas de productividad y competitividad, de los departamentos del Cesar y La Guajira.

Luis Joaquín, un ser humano que transpira humildad y generosidad, ha escrito varios libros, entre ellos la biografía novelada de Diomedes Díaz, Un Muchacho Llamada Diomedes que, con la muerte del cantautor de fama internacional, desarrolla una versión aumentada llamada El Silencio del Coloso. Es, así mismo, músico y compositor por afición y estudioso de la competitividad territorial en la que se desempeña como consultor regional.