Como los antiguos griegos, Luis Egurrola Hinojosa, hinchó con su lírica las letras del cancionero vallenato siguiendo la senda iluminada de poesía elaborada con la maestría y la filigrana del orífice que representan los grandes autores guajiro sanjuaneros, patentizado la lucidez y la sutileza con la que componen en esta tierra, cuna de compositores.
Esta leyenda del vallenato romántico, falleció el pasado lunes 16 de septiembre en Valledupar, en donde estaba hospitalizado, víctima de un paro cardiorrespiratorio, dejando un insondable pesar entre sus seguidores y los amantes del vallenato, en general.
Luis Aniceto, su nombre de pila, hermano de la María Teresa Egurrola, reina de la belleza en 1988 en representación de La Guajira, incursionó como compositores en el Festival de su tierra San Juan, el cual se realiza en la plaza Santander, Tarima Luna Sanjuanera, a dos cuadras de su casa y la de sus abuelos.
Ascendió de manera vertiginosa cuando Diomedes Diaz, le grabó Ven Conmigo, canción a la que siguieron infinito éxitos, llevados al disco, además de El Cacique: «Al final del sendero», «Se está pasando el tiempo», «Las verdades de mi vida», «Sin saber qué me espera»; por otras reconocidas figuras de la música vallenata, que lo inmortalizaron: «Por tu primer beso» (Jorge Celedón), «Lo que quieras de mí» (Jean Carlos Centeno) y «Soñador» (Otto Serge), es una ligera lista de éxitos de este cantautor.
Luiso, como también le llamaban, cariñosamente, en San Juan del Casar, La Guajira, en donde nació el 19 de julio de 1964, fue estudiante de arquitectura siguiendo los pasos de su padre Jaime, pero la música ejerció en él una influencia tan poderosa que jamás pudo separarse de ella a través de la composición de la cual llegó a ser una estrella admirable.
Debutó en el Festival Cuna de Compositores de su natal San Juan en 1990 con la canción Lejanía. Persistió el año siguiente con la obra Ven Conmigo, la tercera vez lo hizo con Al Final del Sendero hasta que se hizo rey en 1993 con la canción Sin Decir Adiós, que luego grabó la organización musical Los Betos, y luego fue galardonado en dos ocasiones como compositor del año.
Este exponente de la poesía profunda en el vallenato, quien a través de sus composiciones conectaba al público a través de emociones infinitas, fue despedido en evento de dos días desarrollados en San Juan del Cesar la tierra que lo idolatró y ahora lo llora sin consuelo.