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LO CRUDO DEL CRUE

IPS y EPS, transan y…Siguen tratando a los pacientes como mercancías.


Es un fogón apagado, muy especialmente, desde que aquel brioso médico, experto en estos asuntos, llamado René Urón, desapareció del panorama.

Los aspavientos hicieron que la ilusión de tener una entidad que controlaría el manejo de las ambulancias, la asignación de camas en las clínicas y, por tanto, los corredores de muertes tan comunes en los municipios del Cesar, creciera de manera abismal, como, en cambio, ha crecido, la decepción generada por su fracaso.

Poco o nada ha cambiado, al contrario, pareciera que todo empeora al ritmo de cualquier propósito menos el de hacer eficiente y eficaz este inevitable y urgente servicio. Conveniencias personales, empresariales y, con seguridad, política de quienes, desde los gobiernos departamental y municipales, controlan la salud o aquellos que, en el escenario privado, siguen tratando a los pacientes como mercancías, han incidido en estado de cosas por el que atraviesa esta cruda iniciativa.

De un sistema de salud mercantializado, privatizado, comercial e inhumano, no hay mucho que esperar, pero tampoco es justificable la mecánica irracional que aplican en el manejo de pacientes ya sea por emergencias o por inevitables traslados para atención en niveles superiores.

Así cocina el crudo CRUE
Es un fogón apagado, muy especialmente, desde que aquel brioso médico, experto en estos asuntos, llamado René Urón, desapareció del panorama, inicialmente por un accidente en servicio del que salió muy mal librado, cuentan que enfermo y casi sin puesto, y luego porque, asegura, conocedores del “tejemaneje” del CRUE, que él con su visión ayudó a crearlo, y lo conoce muy bien, pero prefieren ignorarlo.

El manejo de CRUE, Centro de Regulación de Urgencias y Emergencias en virtud de una ordenanza pasó al control directo del despacho del gobernador. Desde luego, es sencillamente, lógico que un sistema de emergencias como este, del que depende el manejo de las ambulancias y el control en la asignación de camas en clínicas y hospitales, ande manga por hombro, especialmente, al autochutarse algo en medio de tanto asunto tan o más importante como este, que manejan en un escenario como el despacho del señor gobernador.

No tiene estructura, ni organigrama, ni funciones, ni nada. Además, porque varios de los que están por allí, ni siquiera saben para qué se creó. Este centro de Regulación de Urgencias, debía ser, cuando lo menos, el operador de las ambulancias, pero decisiones de gobierno, hicieron que las entregaran en donación a los hospitales en donde cuentan que pasan cosas inauditas.

Por la plata Baila el perro
Todo movimiento de paciente implica manejo de dinero. Las transacciones se mueven de acuerdo con una escala convenida según el caso, una urgencia o un traslado a un nivel superior para hospitalización, tienen tarifas diferenciales. Está claro que los traslados los cobran las IPS a las EPS, y que el SOAT es la gallina de los huevos de oro, por eso le caen como gallinazos, porque es dinero sonante y constante.

Un conocedor del sector, sostiene que un gerente de ESE, puede ponerse un ingreso cercano a los $15 millones mensuales traficando con traslado de pacientes y otros servicios. Por eso no es extraño que una ambulancia quede parqueada a sol y agua o bajo techo, porque una batería en mal estado. Eso justifica, entonces, pagar servicios de traslados de pacientes a particulares antes de que reemplazarla. Tampoco se salvan los conductores de ambulancia quienes pueden recibe un promedio de $50.000 pesos por recoger una urgencia y llevarla a la clínica u hospital con los que tiene trato.

Mientras este estado de cosas continúa deteriorando la calidad de la atención en salud de los cesarenses, el CRUE, sigue CRUDO, estancado, y quizá esperando que lo hospitalicen y lo ponga a Salvo de la decidía y la inacción.

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Luis Joaquín Mendoza Sierra

De esencia campesina, hijo de la calle, como llamaron, por siempre, a los paridos fuera del matrimonio, nacido en el corregimiento de La Peña (La Guajira), creció realizando tareas rurales en calidad de sirviente, hasta que soñando trascender, fundado en su gran tenacidad, se trasladó a Valledupar, y al ganar unos pesos desempeñándose como maletero y, más tarde, lustrabotas en el aeropuerto Alfonso López, de esa ciudad, se lanza a la conquista del universo que soñaba convirtiéndose en comunicador social-periodista, en la Universidad Autónoma del Caribe.

Luego de un recorrido feraz a través de medios de comunicación de Valledupar, escala hacia Bogotá en donde labora como periodista de RCN radio orientado por el maestro Juan Gossaín, y al tiempo, por las noches y los fines de semana estudia, inicialmente, la maestría en ciencias políticas y, luego, la especialización en integración económica internacional en la Pontificia Universidad Javeriana.

La experiencia y los estudios lo convierten en estratega de campañas políticas exitosas, a través de un marketing innovador y, finalmente se encamina por la competitividad a partir de la que lidera la formulación de planes y agendas de productividad y competitividad, de los departamentos del Cesar y La Guajira.

Luis Joaquín, un ser humano que transpira humildad y generosidad, ha escrito varios libros, entre ellos la biografía novelada de Diomedes Díaz, Un Muchacho Llamada Diomedes que, con la muerte del cantautor de fama internacional, desarrolla una versión aumentada llamada El Silencio del Coloso. Es, así mismo, músico y compositor por afición y estudioso de la competitividad territorial en la que se desempeña como consultor regional.