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EL VALLENATO ANTES DEL ACORDEÓN, TODA UNA NOTA

Festival intercultural y turístico Entresierras-corazón del planeta EL VALLENATO ANTES DEL ACORDEÓN, TODA UNA NOTA

Los departamentos del Cesar, La Guajira y el Magdalena, se hermanan en una simbiosis territorial conectada por la Sierra Nevada de Santa Marta, a través de un territorio pródigo en riqueza ambiental, étnica y cultural que el exalcalde de Valledupar Aníbal Martínez Zuleta, definió como el País Vallenato.
Este emporio intercultural es padre de la sabiduría indígena, del poder de la naturaleza concentrada, especialmente en el llamado Corazón del Planeta, como se le conoce a la Sierra Nevada de Santa Marta en donde habitan las etnias: Arhuaco, wiwa, kogui y kankuamo.
Al otro lado, bordeando los límites con la República Bolivariana de Venezuela, yace empoderada de la vida que reposa en una exuberante naturaleza y una riqueza cultural de la que son protagonistas los Yukpas, la Serranía del Perijá, un ecosistema que nos aproxima a un universo maravilloso de cultura ancestral de la que brotan saberes infinitos, creencias y costumbres.
En medio de estas dos cosmovisiones delimitadas al suroccidente por el gran río Magdalena, subsiste la cultura vallenata, engendrada por sabios maestros y extendida hasta nuestros días en medios de los riesgos de la modernidad y necesitada de su protección, conservación y promoción.
Así como el Vallenato ha sido declarado por la ONU, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en pro de su protección, las manifestaciones culturales, ancestrales y milenarias de las etnias raizales que habitan, especialmente, las estribaciones, las llanuras y, en general, zonas de influencias de la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá.

MÁS ALLÁ DE LOS ACORDEONES
Desde 1968, cuando nace el Festival de la Leyenda Vallenata, como iniciativa para mostrar, y proteger el acervo cultural y musical del vallenato, que revive, cada año, la manifestación folclórica más emblemática de Colombia, a través de sus cuatro aires (ritmos) tradicionales, canciones, junto a la incorporación, más tarde, de la danza del pilón y la piquería, ha ido, cada vez más, perdiendo importancia el poderoso saber cultural ancestral.
Increíblemente, la fecha de realización del Festival fue definida tomando en cuenta la tradicional ceremonia de las cargas, una hermosa leyenda alrededor de un milagro protagonizado por la Virgen del Rosario, “La Guaricha” como le llamaban los nativos, quien revivió a los españoles envenenados por indígenas tupes.

“El milagro ahora, por su decadencia, como señala una publicación del portal Puyeeson.com es que la leyenda que marcó el arranque y la fecha del Festival Vallenato, se conserve.
Cuando el, entonces, gobernador del Cesar y luego expresidente de Colombia Alfonso López Michelsen, el maestro compositor Rafael Escalona y la periodista Consuelo Araujo Noguera, decidieron organizar un festival para exhibir la magistral manera como los acordeoneros del territorio interpretaban el vallenato, escogieron los días finales de abril, a partir del 27, como fecha clave para evocar, cada año, la leyenda de la Virgen del Rosario.
“La idea inicial, agrega el portal de la referencia, era la de tomar la ceremonia de Las Cargas, que recuerda cada año la leyenda de La Virgen en Valledupar y reunía centenares de devotos, como epicentro del evento. Sencillamente la rememoración de esta hermosa leyenda sería complementada con un concurso de conjuntos musicales de caja, guacharaca y acordeón.
Con el tiempo, la ceremonia religiosa que revive la leyenda, fue ganando un protagonismo inusual. Turistas y habitantes de la región, vallenatos y provincianos del viejo Magdalena, especialmente, acudían para vivir el milagro a través de un dramatizado en el que participan los actores que representan los grupos o personajes integrantes de la leyenda: indígenas, españoles, La Virgen, etc.
Con el tiempo, este evento ha ido perdiendo no solo protagonismo sino atractivo y el certamen folclórico que lo aprovechó para crecer, el Festival Vallenato, prácticamente la ha asfixiado.

EL VALLENATO ANTES DEL ACORDEÓN
El folclor musical desde que emerge y evoluciona el Vallenato, tiene una historia, poco conocida, mucho antes del acordeón. El error garrafal de situar el origen del vallenato a partir de la llegada de este instrumento europea a nuestras tierras, no es menos que una atrocidad contra las etnias encabezados por los Chimilas que habían cultivado esta manifestación, tres siglos y medio antes de la presencia del advenedizo, enseñoreado y halagado más tarde, como protagonista idóneo para la interpretación de esta música.

CULTURA VALLENATA: origen, teoría y pruebas, publicación producto de una investigación desarrollada por el folclórologo e investigador además abogado, Tomás Darío Gutiérrez Hinojosa, es taxativa cuando afirma que la fusión triétnica data de 1526, es decir, 303 años antes de la invención del acordeón.


Afirma, a renglón seguido, que el acordeón “no pudo sino merodear alrededor de un folclor musical plenamente constituido, hasta que, con sus mazurcas y foxtrot a cuesta, pudo ganarse la simpatía mientras probaba que era el ideal para interpretar los preexistentes aires musicales, demuestra ya, larga tradición folclórica”.
Explica que nuestros aborígenes eran protuberantemente músicos y poseían aerófonos de todos los tipos, idiófonos de choque, fricción y sacudimiento; tambores de una y dos membranas; cordófonos como el arco musical ampliamente conocido por tupes y guajiros, como se dirá en su lugar, al lado de todo esto, había florecido un canto exuberante.
Es menester preguntarse, entonces, que instrumentos de pitos hacían parte de aquella manifestación musical primaria, que luego fueron reemplazados por el acordeón. También la obra de Gutiérrez Hinojoza tiene la respuesta. “Antes de él, estaba en su lugar la flauta indígena, que ya había forjado un camino por donde el acordeón debió transitar; jamás había tenido un acompañamiento musicalmente digno o técnicamente aparente; ahora guacharaca con su voz de ave silvestre y la caja afro-Chimila, conformarían con él, una trifonía símbolo de la unidad del hombre en América y de la unidad de música en el mundo”.

EL MOMENTO ES AHORA
La narración alrededor de la Leyenda de Las Cargas, es una referencia para aproximarnos al escenario que pretende impulsar la Cámara de Comercio de Valledupar para el Valle del rio Cesar, a través de una mezcla de feria y festival cultural/comercial, aprovechando estas fortalezas de la tradicional aborigen, así como el éxito alcanzado por Expofestival una feria comercial y de servicios que hace ya casi tres lustros creo esa entidad.
Resulta coherente, necesario y oportuno que el saber cultural nativo, retome su protagonismo, reviva su valor tradicional y se sitúe sólido en el panorama regional, nacional e internacional, y Expofestival equivale a la plataforma ideal para lograrlo.
Es esa cultura nativa, la madre del proceso cultural que dio origen a manifestaciones como el vallenato. Fue el punto de partida para que se generara el desencadenamiento cultural que dio origen a esa expresión musical que hoy es impronta de Colombia en el mundo y de la región guajiro/cesar/magdalenense, ante el país.
El vallenato, no hay ninguna duda, es la expresión más reconocida y de mayor influencia en el territorio, pero su dimensión e impacto, ha producido una marginal pérdida de atención en otros componentes de la cultura que asoman con cierta timidez en el escenario: música, danzas, artesanías, vestuarios, gastronomía, Etc.

OBJETIVO
Crear, organizar y realizar el Festival Intercultural y Turístico ENTRESIERRAS-Corazón del Planeta como plataforma de exhibición, promoción y conservación de las culturas ancestrales asentadas en la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, de exuberantes costumbres, danzas, música, vestuarios, artesanías y gastronomía; así como los afrocesadescendientes que aportar la caja, e impulsar eco y etnoturismo sustentados en los atractivos turísticos de los dos ecosistemas, la riqueza cultural indígena y afro, aprovechando la tradicional y exitosa feria Expofestival.

ACTIVIDADES
La iniciativa contempla el desarrollo de muestras y concursos. Sin embargo, este primer certamen se dedicará única y exclusivamente al primer propósito, es decir, realizar, en el desarrollo de Expofestival, muestras y exhibiciones culturales relacionadas con los siguientes temas:


· Música auténtica: Gaitas, tambores, maracas. incluir dulzaina y guitarra
· Danzas
· Feria gastronómica
· Leyendas, mitos y tradiciones
· Medicina tradicional
· Muestra turística
· Costumbres
· Vestuarios


Para complementar las actividades de exhibición, promoción y desarrollo comercial, será conveniente definir un ciclo de, foros y páneles relacionados con la cultura Vallenata con énfasis en el Vallenato antes del acordeón, para complementar, con actividades académicas el certamen y contribuyan a la investigación y a la producción de documentos que enriquezcan esta manifestación folclórica.

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Luis Joaquín Mendoza Sierra

De esencia campesina, hijo de la calle, como llamaron, por siempre, a los paridos fuera del matrimonio, nacido en el corregimiento de La Peña (La Guajira), creció realizando tareas rurales en calidad de sirviente, hasta que soñando trascender, fundado en su gran tenacidad, se trasladó a Valledupar, y al ganar unos pesos desempeñándose como maletero y, más tarde, lustrabotas en el aeropuerto Alfonso López, de esa ciudad, se lanza a la conquista del universo que soñaba convirtiéndose en comunicador social-periodista, en la Universidad Autónoma del Caribe.

Luego de un recorrido feraz a través de medios de comunicación de Valledupar, escala hacia Bogotá en donde labora como periodista de RCN radio orientado por el maestro Juan Gossaín, y al tiempo, por las noches y los fines de semana estudia, inicialmente, la maestría en ciencias políticas y, luego, la especialización en integración económica internacional en la Pontificia Universidad Javeriana.

La experiencia y los estudios lo convierten en estratega de campañas políticas exitosas, a través de un marketing innovador y, finalmente se encamina por la competitividad a partir de la que lidera la formulación de planes y agendas de productividad y competitividad, de los departamentos del Cesar y La Guajira.

Luis Joaquín, un ser humano que transpira humildad y generosidad, ha escrito varios libros, entre ellos la biografía novelada de Diomedes Díaz, Un Muchacho Llamada Diomedes que, con la muerte del cantautor de fama internacional, desarrolla una versión aumentada llamada El Silencio del Coloso. Es, así mismo, músico y compositor por afición y estudioso de la competitividad territorial en la que se desempeña como consultor regional.