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La magia del rio Badillo​

La naturaleza privilegió al Cesar con extraordinarios ecosistemas y sus ríos son de los más preciados. El rio Badillo, al que tanto le cantan compositores y poetas posee un encanto que enamora por sus aguas cristalinas y frías, las piedras y el entorno natural que lo convierte en romance a la vida.

A 25 minutos de Valledupar, se encuentra uno de los balnearios más bellos de este rio, llamado La Vega Arriba, un caserío de gente, buena, amable y trabajadora cuya mayoría vive del aprovechamiento del rio, como fuente para riego de patios y rosas de cultivos pancoger o del turismo.

Es un espacio maravilloso en donde los turistas encuentran restaurantes de comida típica, parqueaderos y atención. Solo hay que llevar ropa ligera, zapatillas, sobreros o gorras para cubrirse del sol canicular que allí se siente; vestidos de baño y disposición para disfrutar.

A 10 minutos de allí se encuentra el corregimiento de Patillal, tierra de compositores inmortales como los maestros: Tobías Enrique Pumarejo, Rafael Escalona, Fredy Molina y Octavio Daza, entre otros. Esta población posee un parque en donde fueron erigidas esculturas en forma de monedas con las efigies y datos biográficos de todos los cantautores nacidos allí.

El hermoso balneario en La Vega Arriba, es amenazado, con frecuencia, por la negligencia de turistas, especialmente, lo que practican el llamado turismo de olla, quien encienden hogueras y fogones por las orillas del rio, además de que dejan abundante basura.

Aun no es tarde, aunque cada minuto que pasa es para lamentarlo, que las autoridades, especialmente, del municipio de Valledupar y la Corporación Autónoma del Cesar CORPOCESAAR, se empoderen de una estrategia para proteger esta área del balenario por la gran contaminación con basuras y el descuido de restaurantes y bares del sector, que arrojan desechos en las orillas las cuales, en la mayoría de los casos, caen al rio.

Juntos, la alcaldía de Valledupar, la gobernación del Cesar y el gobierno nacional a través del Ministerio de Industria y Turismo, deberían apropiarse, además de un proyectos que resuelva otras carencias del balneario, como el caso de sanitarios, cestas para la basura, seguridad y vigilancia, así como salvavidas pues, en ocasiones, han muerto personas ahogadas porque no se cuenta con apoyo en este sentido.

El Balneario, además, debería gozar del apoyo de guías turísticos, policías y señalización. Igualmente, La Vega Arriba, posee un puesto de salud en condiciones deprimentes incapaces de atender emergencias.

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Luis Joaquín Mendoza Sierra

De esencia campesina, hijo de la calle, como llamaron, por siempre, a los paridos fuera del matrimonio, nacido en el corregimiento de La Peña (La Guajira), creció realizando tareas rurales en calidad de sirviente, hasta que soñando trascender, fundado en su gran tenacidad, se trasladó a Valledupar, y al ganar unos pesos desempeñándose como maletero y, más tarde, lustrabotas en el aeropuerto Alfonso López, de esa ciudad, se lanza a la conquista del universo que soñaba convirtiéndose en comunicador social-periodista, en la Universidad Autónoma del Caribe.

Luego de un recorrido feraz a través de medios de comunicación de Valledupar, escala hacia Bogotá en donde labora como periodista de RCN radio orientado por el maestro Juan Gossaín, y al tiempo, por las noches y los fines de semana estudia, inicialmente, la maestría en ciencias políticas y, luego, la especialización en integración económica internacional en la Pontificia Universidad Javeriana.

La experiencia y los estudios lo convierten en estratega de campañas políticas exitosas, a través de un marketing innovador y, finalmente se encamina por la competitividad a partir de la que lidera la formulación de planes y agendas de productividad y competitividad, de los departamentos del Cesar y La Guajira.

Luis Joaquín, un ser humano que transpira humildad y generosidad, ha escrito varios libros, entre ellos la biografía novelada de Diomedes Díaz, Un Muchacho Llamada Diomedes que, con la muerte del cantautor de fama internacional, desarrolla una versión aumentada llamada El Silencio del Coloso. Es, así mismo, músico y compositor por afición y estudioso de la competitividad territorial en la que se desempeña como consultor regional.