Valledupar está plagado de personas; corrijo, tampoco debería llamar personas a quienes, por supina ignorancia, o porque no poseen poder de raciocinio, ni conciencia de lo malo y lo bueno, se comportan como bestias, peor que ellas, porque existen animales que aprenden comportamientos ejemplares.
En nuestra amada ciudad no es muy común darles la preferencia a los ancianos, a las embarazadas o a los discapacitados cuando necesitan pasar la acera, hacer una cola para gestionar un servicio o cuando requieren apoyo para superar alguna dificultad en la calle o en el lugar donde se encuentren.
Los vehículos estacionados sobre parques, andenes y carriles de velocidad, equipos de sonido con volumen extravagante noche y día, mascotas haciendo sus necesidades, en espacio público, delante de sus amos, sin que recojan sus heces; carromuleros arrojando basuras y otros tipos de deshechos en donde se les antoje, conductores y peatones lanzando envases a las calles; son fehacientes muestras del comportamiento de una sociedad irreflexiva y torpe, que enoja.
El capítulo de la movilidad es asombroso. La torpeza y el elevado nivel de riesgo que desafía la vida tanto de los propios conductores como de los transeúntes, provocan intranquilidad y miedo. Todos: motociclistas, mototaxistas, domiciliarios en bicicletas o motos, conductores de automotores particulares y públicos, al igual que los peatones, congregamos una masa de imbéciles, irrespetuosos e incivilizados, que atenta contra la seguridad, la tranquilidad y el adecuado desarrollo de la circulación de la ciudad.
Nadie parece tener conciencia de lo que es una cebra peatonal. Pocos entienden la preferencia para los peatones y para colmo, los conductores no respetan semáforos y señales de tránsito de ningún tipo. Aquí, para los conductores, la izquierda puede ser la derecha, el rojo equivale el verde en el semáforo, los sentidos de las vías se toman como nos venga en ganas y el estribillo de pitos ensordece.
Si usted circula en auto o a pie por una calle de un solo sentido, cuídese mucho más del sentido prohibido porque por ahí le viene el mojonazo. Si usted va a girar a la derecha, tenga precaución. Mire su espejo derecho atiborrado y espere, con seguridad, que los mototaxistas que se le recostaron por ese lado, crucen a la izquierda, porque la gran mayoría de ellos hacen, casi todo, a la inversa.
Dónde están: la cultura ciudadana, las autoridades, la sociedad educada. Quién diablos dijo que la anarquía, el caos, el desorden, el irrespeto, la inversión de los valores y el miedo son modelos de comportamiento social. Al diablo a anarquía y la indiferencia, hagamos algo por esta ciudad.