Natalia Curvelo, joven artista destacada en el género vallenato urbano, tiene virtudes admirables. Es una figura encantadora, talentosa y bella.
Es un vistoso volumen de crónicas sobre los acordeoneros más connotados del Vallenato, salió a circulación, hace varios años, siguiendo la ruta trazada por 40 Notas una melodía acompañado de un video en el que los insignes protagonistas de este folclor y pilares fulgurantes de esta bella manifestación folclórica comparten vivencias y conversan sobre sus estilos.
Los juglares del vallenato son verdaderos cronistas. Ellos narran en sus canciones y con admirable valor poético, historias y vivencias económicas, sociales, ecológicas, humanas y hasta las políticas de su entorno.
La gran provincia del Valle de Upar, es un territorio rico en manifestaciones culturales, y las artesanías ocupan gran admiración por su calidad, belleza y diversidad. Desde las mochilas arhucas pasando por las de fique o hilo hasta esteras u objetos de diverso uso, revelan la creatividad y el ingenio de una sociedad pluriétnica y, por tanto, multicultural, que enamora.
Espacio para ilustrarnos y hablar de las delicias y la diversidad de la cocina propia de esa cultura de la región Vallenata, la cual representa un componente identitario de un conglomerado social pluricultural y, por tanto, rico en manifestaciones.
El gran bolsillo idiomático que se extiende desde la Provincia de Padilla en La Guajira hasta enlazarse con el norte del Cesar, es vivir un estilo de vida que connota través de palabras, frases, dichos y giros gramaticales, una forma de expresarse tan melodiosa como los cantos mismo del vallenato.
La producción bibliográfica sobre el vallenato es extensa y profunda. Investigadores, escritores y críticos han escrito miles de kilómetros de tinta en páginas doradas que registran interesantes contenidos sobre esta cultura y especialmente, sobre el vallenato.
Las festividades tradicionales en la tierra del vallenato, comenzando por la leyenda misma de la Virgen del Rosario, que dio origen al Festival Vallenato, es de una diversidad que conquista hasta al más desapercibido.
De esencia campesina, hijo de la calle, como llamaron, por siempre, a los paridos fuera del matrimonio, nacido en el corregimiento de La Peña (La Guajira), creció realizando tareas rurales en calidad de sirviente, hasta que soñando trascender, fundado en su gran tenacidad…
De esencia campesina, hijo de la calle, como llamaron, por siempre, a los paridos fuera del matrimonio, nacido en el corregimiento de La Peña (La Guajira), creció realizando tareas rurales en calidad de sirviente, hasta que soñando trascender, fundado en su gran tenacidad, se trasladó a Valledupar, y al ganar unos pesos desempeñándose como maletero y, más tarde, lustrabotas en el aeropuerto Alfonso López, de esa ciudad, se lanza a la conquista del universo que soñaba convirtiéndose en comunicador social-periodista, en la Universidad Autónoma del Caribe.
Luego de un recorrido feraz a través de medios de comunicación de Valledupar, escala hacia Bogotá en donde labora como periodista de RCN radio orientado por el maestro Juan Gossaín, y al tiempo, por las noches y los fines de semana estudia, inicialmente, la maestría en ciencias políticas y, luego, la especialización en integración económica internacional en la Pontificia Universidad Javeriana.
La experiencia y los estudios lo convierten en estratega de campañas políticas exitosas, a través de un marketing innovador y, finalmente se encamina por la competitividad a partir de la que lidera la formulación de planes y agendas de productividad y competitividad, de los departamentos del Cesar y La Guajira.
Luis Joaquín, un ser humano que transpira humildad y generosidad, ha escrito varios libros, entre ellos la biografía novelada de Diomedes Díaz, Un Muchacho Llamada Diomedes que, con la muerte del cantautor de fama internacional, desarrolla una versión aumentada llamada El Silencio del Coloso. Es, así mismo, músico y compositor por afición y estudioso de la competitividad territorial en la que se desempeña como consultor regional.